jueves, 1 de mayo de 2014

SÍNDROME QUÍMICO MÚLTIPLE: EL PRECIO DE LA MODERNIDAD
 

    A propósito de otro caso, de una paciente con pluripatología  importante; con Fibromialgia, Fatiga crónica y Síndrome químico múltiple; en la que litigábamos para la consecución de una Incapacidad Permanente, os hablaremos de una enfermedad que por desgracia, cada vez es más frecuente, el Síndrome Químico Múltiple (S.Q.M.)… ¿Lo conocéis?...
    En dicha enfermedad, la persona afectada pierde la tolerancia a sustancias químicas presentes en el medio ambiente, y que habitualmente son toleradas por otras personas.
    Es conocida como patología de “dosis bajas”; y se desencadena en personas con una predisposición genética similar a la de la Fibromialgia y al Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), a partir de exposiciones a sustancias químicas, casi siempre en concentraciones que no son consideradas tóxicas por la toxicología clásica.
    Para el diagnóstico de dicha patología, hay seis criterios consensuados, conocidos como Criterios de Bartha, establecidos en 1989 y revisados en 1999, y que son:
·         Condición crónica
·         Los síntomas se reproducen con una exposición química repetida
·         Los síntomas se reproducen como el resultado de exposiciones a niveles más bajos que los previamente tolerados
·         Los síntomas aparecen frente a múltiples sustancias sin relación química
·         Los síntomas mejoran o se resuelven cuando las sustancias químicas incitantes son eliminadas
·         Y están afectados múltiples órganos del cuerpo
    Los síntomas pueden ser desde leves hasta graves y incapacitantes; como en el caso de nuestra paciente, a la que le reconocieron una Incapacidad Permanente Absoluta.
    Los síntomas más comunes son: fatiga, afectación cognitiva (problemas de memoria, falta de concentración, etc.), dolor muscular y problemas gastrointestinales. Otros síntomas incluyen: problemas respiratorios, dermatológicos, cefaleas, sensibilidad visual y auditiva y muchos otros.
    Aparte de estos síntomas invalidantes, las personas con SQM tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes de la tiroides y otras como el lupus, la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple.
    Una posible señal de que la persona podría tener Síndrome químico múltiple es que percibe olores que el resto de la población no huele.
    La prevalencia de esta enfermedad varía según su severidad. La forma más grave afecta al 0,75% y se constata que la prevalencia de esta enfermedad está en aumento debido a la creciente presencia de tóxicos en la vida cotidiana. Las investigaciones demuestran que las sustancias químicas que desencadenan las SQM incluyen pesticidas, perfumes, suavizantes, productos domésticos de limpieza, ropa y materiales de construcción y, especialmente, en los espacios interiores, ambientadores.
    Las SQM son diferentes de las alergias. Las alergias son una reacción inmunológica mientras que las SQM son una reacción multisistémica en la que el Sistema Nervioso Central desempeña un papel fundamental.
    Las SQM se solapan con la Fibromialgia y el SFC, de forma que muchas de las personas que tienen estas dos enfermedades también tienen un problema de sensibilidad química. Como en los casos de la Fibromialgia y en el SFC, en las SQM la bioquímica del paciente está alterada, lo que aumenta la complejidad de esta enfermedad. Para no empeorar, las personas con Síndrome químico múltiple o FM y SFC con SQM añadido necesitan eliminar la mayor cantidad posible de productos químicos de su entorno y su dieta.
    Dado que la presencia de productos químicos es difícil de controlar fuera del hogar, las personas con SQM tienden a quedarse bastante tiempo encerradas en sus casas y tienen muchas limitaciones respecto a donde pueden ir. Aunque es recomendable que las personas con SQM lleven puesta una mascarilla de filtro de carbón fuera de sus casas, no es suficiente para protegerlas de los tóxicos.
    Este aislamiento es además, como lo define el gobierno canadiense, un grave ataque a los derechos humanos de la persona con SQM… Quizás algo deberíamos cambiar… ¿Quizás volver a los alimentos ecológicos?... ¿Limitar sustancias químicas en la agroindustria y en la industria alimentaria?... ¿Ser más exigentes como consumidores?... ¿Copiar normativas de otros países?.. Y mientras ¿Qué?... Mañana puede ser a ti a quién te la diagnostiquen…


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